Oraciones simples y compuestas

1) ¿Tranvías o colectivos? Muchos vehículos circularon en el país, no obstante, sólo uno habita en la memoria y en las fotografías. Su recuerdo nos lleva a la sonrisa nostálgica. El tranvía era una calesita adulta. Iba en línea recta y rezongaba como un bandoneón. Tenía una colección de atracciones brillantes o misteriosas. Su madera, tibia y lustrosa, reflejaba la imagen de los pasajeros, y por la noche, su iluminación lo convertía en un salón de fiestas ambulante.

El tranvía, un lugar ideal. En él los jóvenes se encontraban para leer los poemas de Girondo. Hay una historia en cada vuelta. Con la punta de los dedos las hojas secas, en otoño le entraban por las ventanillas. Su recorrido, un paseo cotidiano. Sonaban en ese transporte de otros tiempos, campanitas chicas y grandes. Tal vez por todo eso, el tranvía es recordado por los estudiantes con un nostálgico brillo en los ojos. Muchas personas añoran viejas época; otras, prefieren la rapidez de un automóvil; sin embargo todos coinciden en una idea. Todo tiempo pasado fue mejor.

2) Esto pasó un 5 de abril... El navegante holandés, Jacob Roggeiven, descubrió la isla de Pascua. Esta pequeña isla de 55 kilómetros encierra uno de los misterios más grandes de la humanidad. Es una tierra desértica, de origen volcánico. La isla de Pascua, la más aislada del mundo. Hay una pregunta sin respuesta. Para explicar la presencia de los colosos se han elaborado distintas teorías. Seiscientas monumentales estatuas de piedras, los moais, pueblan la isla. Muchas estatuas se conservan paradas; otras yacen sobre la tierra. Algunas, alcanzan la altura de una casa de tres pisos, pesan más de 60 toneladas y representan hombres de largas orejas, grandes ojos y piernas muy cortas. Todas las estatuas fueron esculpidas de un modo simétrico.

Según la leyenda, los isleños descienden de los “orejas largas”. Muchos años después, los “orejas cortas”, otro grupo, desembarcaron en la isla y los “orejas largas” los esclavizaron y los obligaron a trabajar en las estatuas. Solo así permitieron a los recién llegados su permanencia en la isla. La leyenda no explica el misterio de unas piedras colosales como hombres gigantescos. Un conjunto de versiones circula todavía entre los expertos...