Conociendo a Shakespeare

William Shakespeare
(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564-id., 1616)








Dramaturgo y poeta inglés. Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un acaudalado comerciante y político local, y Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica, poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare.
Parece probable que estudiara en la Grammar School de su localidad natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según un coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la escuela a temprana edad debido a las dificultades por que atravesaba su padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.
Al trasladarse a Londres comenzó su carrera como dramaturgo, donde rápidamente adquirió fama y popularidad en su trabajo para la compañía Chaberlain’s Men, más tarde conocida como King’s Men, propietaria de dos teatros, The Globe y Blackfriars. También representó, con éxito, en la corte. Sus inicios fueron, sin embargo, humildes, y según las fuentes trabajó en los más variados oficios, si bien parece razonable suponer que estuvo desde el principio relacionado con el teatro, puesto que antes de consagrarse como autor se le conocía ya como actor.
Su obra, en total 14 comedias, 10 y 10 dramas históricos, es un exquisito compendio de los sentimientos, el dolor y las ambiciones del alma humana. Tras unas primeras tentativas, en las que se transparenta la influencia de Marlowe, antes de 1600 aparecieron la mayoría de sus «comedias alegres» y algunos de sus dramas basados en la historia de Inglaterra. Destaca sobre todo la fantasía y el sentido poético de las comedias de este período, como en "Sueño de una noche de verano"; el prodigioso dominio del autor en la versificación le permitía distinguir a los personajes por el modo de hablar, amén de dotar a su lenguaje de una naturalidad casi coloquial.
A partir de 1600, Shakespeare publica las grandes tragedias y las llamadas «comedias oscuras». Los grandes temas son tratados en las obras de este período con los acentos más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse con él. En sus últimas obras, a partir de 1608, cambia de registro y entra en el género de la tragicomedia, a menudo con un final feliz en el que se entrevé la posibilidad de la reconciliación. Shakespeare publicó en vida tan sólo 16 de las obras que se le atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse (pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para todas las ediciones posteriores



















Textos y pensamientos
-El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
-El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen.
-Sea como fuere lo que pienses, creo que es mejor decirlo con buenas palabras.
-Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.
-Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.
-Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.
-No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.



















Shakespeare,, un clásico de ayer y de hoy
Ya en la era del cine mudo se realizaron alrededor de 400 adaptaciones de obras de Shakespeare. Algunas de ellas, han pasado a la historia como documento valioso al reproducir los estilos de interpretación, los escenarios, iluminación, gestos, vestuario y atrezzo que se utilizaba a finales del siglo XIX.
Sin embargo, al no poder oírse ni una sola palabra la mayor parte de esas adaptaciones eran de diez minutos de duración, a los que había que incluir los rótulos con los textos para que los espectadores siguieran la representación.
Las obras de Shakespeare, comedias y tragedias, con argumentos que no dejan de ser actuales, llenos de acción, romanticismo y violencia, han estado siempre a disposición de los productores de cine, que, además, no tienen que pagar derechos de autor para llevarlas a la pantalla.
William Shakespeare es el autor clásico más adaptado al cine. Lo han puesto en cine Griffith, Kurosawa, Olivier, Polanski, Welles, Branagh y muchos otros cineastas. Se han llevado sus argumentos a todas las épocas y ambientes, se han hecho parodias y se han trasformado en dibujos animados.
La audacia de acercar la obra de Shakespeare a la época actual, no es en absoluto banal. Y demuestra que los temas inmortales tratados por el genial escritor son, ciertamente, eternos.
Quizas la respuesta se encuentre en un poema que Ben Jonson dedicó a Shakespeare: "ËL no era de una época ,sino para todos los tiempos"Quizas en este verso se encuentre la explicación del interés que la obra del inglés sigue suscitando en nuestros días y que provoca que sus obras sigan siendo adapatadas una y otra vez para la pantalla grande.Algo que se debe a la "intemporalidad",tal como se refiere Ben Jonson y que ha dejado plasmado en sus obras.



























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